A Suiza se la puede recorrer en tren o en auto de arriba a
abajo por que si de algo se enorgullecen los locales es de su sistema
ferroviario, de sus autopistas y miles de rutas regionales. Pero, además, al país
lo atraviesan sendas y caminos que permiten conocer el país a pié ( “wanderung”),
en bicicleta ( llamadas “Velos”), patinando ( inlineskating) o haciendo
caminata nórdica.
Cada cantón ofrece distintos circuitos que dejan descubrirlo
como más le guste a cada uno. En cierto libro que entrega la oficina de turismo
se muestra el mapa y se brinda información como nivel de dificultad,
advertencias y alternativas para el paseo. Así, a medida que se avanza en el
camino se ofrecen lugares para camping, para picnic, para hacer fuego (con la
leña correspondiente, en muchos casos), para nadar, baños… Con la naturaleza al
alcance de la mano y todo tan resuelto es fácil de entender cómo los suizos (y
los que no lo son) disfrutan cada bosque, lago o montaña. Y no importa la edad,
porque hay bicicletas de todo tipo, bastones de trekking de todos los tamaños y
muchas maneras de deslizarse con ruedas.
Finalmente, hoy tuvimos un sábado soleado, de unos 24
grados. Y no nos quedamos en casa! Preparamos sándwiches, estudiamos los mapas
y apuntamos al lago Unteraegeri. Veinte minutos mas tarde comenzábamos el tour
nro 9 de wandern (término utilizado
para la caminata o trekking). La propuesta bordea el lago desde Unteraegeri a
Morgarten a los pies de Wildspitz, la montaña más alta del cantón. El recorrido
se prolonga por 8 kilómetros. Comienza en el medio de un campo de flores ( y de
insectos de toda clase!) hasta la orilla del lago. A partir de ahí, el agua increiblemente
transparente quedará a nuestra izquierda y en la derecha tendremos alguna casa
muy bonita o granjas que ofrecen sus productos mediante carteles en la puerta.
Por eso también se ven tractores trabajando, cabritos y gallinas. Al llegar a
la mitad del trayecto encontramos el área de camping, con fogatas encendidas,
kayaks navegando y gente descansando o pescando. El camino continúa entre el
bosque y el lago. Mas adelante, un kiosko que vende refrescos y helados, otro
camping y ya, llegando al final, mas flores amarillas entre el verde de los
arboles de la montaña.
Es un circuito muy fácil ya que la altura no varía en más de
30 metros y es apto tanto para bicicletas como para caminantes. Está previsto
hacerlo en dos horas, pero se extendió al doble porque hubo picnic, descansos y
ritmo lento que permitió que los cuatro lo disfrutaramos muchísimo. Al llegar a
Morgarten hubiéramos querido hacer el regreso en barco, pero los sábados solo
pasa una vez por lo que volvimos en bus (el nro 9 hasta Oberaegeri y luego el 1
hasta el centro de Unteraegeri, donde habíamos dejado el auto).
Si bien las chicas caminaron durante 4 horas, créase o no, les
quedaron energías para jugar en dos plazas antes de subir al auto! Y a nosotros
nos dan ganas de elegir cuál será el próximo tour!
Así comenzó el paseo
Granja ofrece licor, mermelada y huevos
Zona Wilbrunnen
Zona Wilbrunnen
Picnic a mitad del recorrido
Por el bosque
Compramos helado en Nass
A media hora de llegar
Llegando al final del paseo
Merienda reparadora en Hotel Morgarten
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