Originalmente planeada como una carrera de 20 kilómetros, con 37 obstáculos, debió ser modificada y recortada, quizás debido al tiempo.
La largada ya era un show con personajes como pitufos, princesas, bailarinas, abejitas, cirujanos, vikingos, cavernícolas, oficinistas, super héroes...Neptuno, el dios del mar, no faltó y envió un equipo de musculosos que levantaban un bote y a fuerza de gritos y baile amenizaban la linea de largada.
El cavernícola, Neptuno y sus secuaces, fueron los primeros en salir, seguidos por un sinfín de figuras de estilos diferentes, mezclados con corredores que se tomaban bien en serio el desafío. Entre estos últimos, el equipo Máxima, integrado por Fermín, Coen y David. Tres camisetas de impecable anaranjado cruzaron la linea de largada poco mas tarde de las dos.
| Así largaron |
Mientras los 6500 participantes hacían lo que habían ido a hacer, el frío y el hambre ya hacian mella en Clari y Male asique salimos en busca de algo calentito para comer.
Poco más de una hora mas tarde, paradas a orillas del sendero, veíamos pasar a los corredores que llegaban al final. Embarrados de arriba a abajo, perdían las zapatillas por el peso del lodo, ya no se distinguían los tutús ni las pelucas, los trajes de colores eran todos iguales, y nada quedaba seco. Desde abajo, y a lo lejos, se veía la pista de esquí que debían subir con sogas, y luego bajarla patinando. Mas cerca, muros de unos dos metros eran el ultimo obstáculo: había que treparlos, saltar desde allí arriba.. y al barro! Después de horas de lluvia fuerte eso era una trampa en la que caían muchos y demoraba a otros.
Dos horas y diez minutos después de salir, había premio: cerveza sin alcohol y frutas. Clari y Male, felices de estar en la linea de llegada, y orgullosas de su papá, olvidaron el frío y las gotas de lluvia que caían por la nariz.
| Así terminaron |
Mientras los corredores se bañaban y cambiaban en algún vestuario, las chicas se divertían descubriendo a los mismos personajes de la partida con un aspecto totalmente diferente.
Un bus, uno de los cincuenta contratados para ello, nos llevaron desde el lugar hasta el aeropuerto de Buochs, cuya pista de aterrizaje había sido dispuesta para estacionar un máximo de 4500 autos. Volvimos a casa a eso de las 7 de la tarde.
Para ilustrar aún más esta narración, les ofrezco ver la filmación hecha por este participante que demostró ponerle toda la onda a la competencia:
http://www.youtube.com/watch?v=JfO0uXQjLaI
Una locura divertida e inolvidable!
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