Con el sistema de " Selbstbedienung " ( que significa "Sirvase Ud. mismo") crecen campos de girasoles que nunca pasaran por la cosechadora sino por las manos de quien se quiera armar un lindo ramo para decorar el living de su casa. A CHF 1 por cada flor de girasol, Clari y yo nos armamos el programa para una tarde de domingo gris.
En el mismo campo, en la primavera, tuvimos tulipanes. Hoy, ademas de girasoles, podemos conseguir Gladiolos y Dalias.
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24 July 2011
17 July 2011
Cerezas en bicicleta
En plena temporada de cosecha, Zug ofrece cerezas de toda clase, tamaño y color a lo largo y a lo ancho del cantón.
En bicicleta recorremos mercados y bahuernof en busca de las mas sabrosas. Entre 7 y 8 CHF el kilo, hay colas para comprarlas recien bajadas del árbol.
La gente llega a las granjas por éstas y otras frutas, verduras, lácteos, huevos y panes. Carga todo en el canastito de la bicicleta y vuelve a su casa con la compra para todo el fin de semana.
Y que ocurre con aquellos que lo recuerdan cuando ya es tarde? Algunas granjas dejan canastos con cerezas sobre una mesa, canastitas equivalentes a un kilo y una alcancía. El comprador elige las cerezas a su gusto hasta llenar la canastita, luego pone el dinero en la alcancia y se retira con la tarea realizada.
En bicicleta recorremos mercados y bahuernof en busca de las mas sabrosas. Entre 7 y 8 CHF el kilo, hay colas para comprarlas recien bajadas del árbol.
La gente llega a las granjas por éstas y otras frutas, verduras, lácteos, huevos y panes. Carga todo en el canastito de la bicicleta y vuelve a su casa con la compra para todo el fin de semana.
Y que ocurre con aquellos que lo recuerdan cuando ya es tarde? Algunas granjas dejan canastos con cerezas sobre una mesa, canastitas equivalentes a un kilo y una alcancía. El comprador elige las cerezas a su gusto hasta llenar la canastita, luego pone el dinero en la alcancia y se retira con la tarea realizada.
15 July 2011
Ciudad de Luxemburgo
Llegamos a la ciudad de Luxemburgo un domingo lluvioso. Nuestra primera escala fue el Novotel Suites, tan nuevo como el barrio donde está: Kirchberg. Este no debe de tener mas de unos pocos años, no para de crecer (a lo ancho y lo alto) con edificios increiblemente bien diseñados y enormes. A lo largo de la Avenida John F Kennedy, hay varios hoteles, shopping, Parlamento Europeo, la Filarmónica. Este último edificio es increible tanto por fuera como por dentro. Se puede recorrer con un tour, pero no tuvimos la suerte de poder hacerlo.
Pero tambien en este barrio se encuentra el Museo de Arte moderno (Mudam) , contenido por el Fort Thungen del 1733, ambos restaurados en 1990. Es muy linda la fusión entre ambos edificios ya que se integra perfectamente lo antiguo del Fuerte con con lo transparente y moderno del museo.
Pero este respeto por lo antiguo y lo moderno es lo que me impresionó en toda esta ciudad, que nació en el 900 con la construcción del castillo de la Ville de Luxembourg, de Sigifredo I de Ardenne, y al que luego se le agregaron muros para protegerlo. Sobre esta vieja construcción fue creciendo la población, mientras distintas conquistas iban pasándolo de mano en mano ( austríacos, alemanes, españoles, franceses, holandeses) y agregándole más murallas. Y pensar que todo esto se hizo sin las grúas y equipos que hoy existen!
Hoy día los vestigios de esas construcciones permanecen completamente integradas a una ciudad que fue creciendo en distintos niveles. En ciertos puntos conté 6 "escalones" sobre los que se han construido los distintos barrios. Por eso, si uno se sitúa al borde de cualquiera de estas murallas verá muchos metros mas abajo los ríos Alzette y Petrusse.
Sus respectivos valles se cruzan por el viejo viaducto de 24 arcadas (1859).
Un tiempo mas tarde se erigió el Puente de piedra Adolphe (1900).
Mas moderno, pero no menos impresionante, el puente Grand Duchesse Charlotte une el barrio Kirchberg con el centro.
Al centro se accede por la Avenue de la Porte Neuve, una avenida que conduce directamente a las peatonales anchas, adornadas con flores y con muy buenas tiendas.
En este barrio, ademas, vale la pena conocer el muy sencillo Palacio del Gran Duque ( al ser una monarquia constitucional, el poder ejecutivo recae en el Gran Duque. El poder legislativo esta en manos del Parlamento) y la Cámara de Diputados lindante.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9KedKHbjpXMdGaUw0XFBGXjV9ykeRquNmObTvoM7CrbcgKr5tAsXOdjbBs7GwZZhkXVYBYvN5a-kfAycoOY6fqur7L8Vs1EVsBxCw7Xb6Yo47WpcOyekyIZqM4jYDoX0K2QgNbIkOVqdN/s400/DSCN6691.JPG)
La Catedral de Notre Dame, la Plaza de las Armas (con sus restaurants al aire libre), la plazoleta Fischmarket, el Palacio de Justicia y el Edificio del Correo.
Luego de esta vuelta, conviene asomarse a la explanada que se encuentra frente al Casino, una especie de balcón sobre el valle de la Petrusse. Desde allí se puede apreciar lo increible del puente Adolphe y del Viaducto, asi como tambien el reloj que esta en la torre del Banco de Inversiones Europeo, en Plaza Metz.
Antes de cruzar hacia el barrio Gare, mas comercial y con la estación de trenes en su extremo, recomiendo recorrer el enorme parque municipal, super verde, florido y con el playground mas completo que hemos visto hasta ahora.
Despues de tres dias en los que las chicas y yo recorrimos esta ciudad asombrosa ( Fer prometió volver ya que trabajó de sol a sol y pudo apreciar una parte muy pequeña de ella) , emprendimos el regreso a casa. De yapa, nos dimos el lujo de volver a ver el camino de Alsacia y Lorraine, dos regiones francesas bien pintorescas que está en plena cosecha de trigo y viñedos absolutamente verdes.
Pero tambien en este barrio se encuentra el Museo de Arte moderno (Mudam) , contenido por el Fort Thungen del 1733, ambos restaurados en 1990. Es muy linda la fusión entre ambos edificios ya que se integra perfectamente lo antiguo del Fuerte con con lo transparente y moderno del museo.
Pero este respeto por lo antiguo y lo moderno es lo que me impresionó en toda esta ciudad, que nació en el 900 con la construcción del castillo de la Ville de Luxembourg, de Sigifredo I de Ardenne, y al que luego se le agregaron muros para protegerlo. Sobre esta vieja construcción fue creciendo la población, mientras distintas conquistas iban pasándolo de mano en mano ( austríacos, alemanes, españoles, franceses, holandeses) y agregándole más murallas. Y pensar que todo esto se hizo sin las grúas y equipos que hoy existen!
Hoy día los vestigios de esas construcciones permanecen completamente integradas a una ciudad que fue creciendo en distintos niveles. En ciertos puntos conté 6 "escalones" sobre los que se han construido los distintos barrios. Por eso, si uno se sitúa al borde de cualquiera de estas murallas verá muchos metros mas abajo los ríos Alzette y Petrusse.
Sus respectivos valles se cruzan por el viejo viaducto de 24 arcadas (1859).
Un tiempo mas tarde se erigió el Puente de piedra Adolphe (1900).
Mas moderno, pero no menos impresionante, el puente Grand Duchesse Charlotte une el barrio Kirchberg con el centro.
Al centro se accede por la Avenue de la Porte Neuve, una avenida que conduce directamente a las peatonales anchas, adornadas con flores y con muy buenas tiendas.
En este barrio, ademas, vale la pena conocer el muy sencillo Palacio del Gran Duque ( al ser una monarquia constitucional, el poder ejecutivo recae en el Gran Duque. El poder legislativo esta en manos del Parlamento) y la Cámara de Diputados lindante.
La Catedral de Notre Dame, la Plaza de las Armas (con sus restaurants al aire libre), la plazoleta Fischmarket, el Palacio de Justicia y el Edificio del Correo.
Luego de esta vuelta, conviene asomarse a la explanada que se encuentra frente al Casino, una especie de balcón sobre el valle de la Petrusse. Desde allí se puede apreciar lo increible del puente Adolphe y del Viaducto, asi como tambien el reloj que esta en la torre del Banco de Inversiones Europeo, en Plaza Metz.
Antes de cruzar hacia el barrio Gare, mas comercial y con la estación de trenes en su extremo, recomiendo recorrer el enorme parque municipal, super verde, florido y con el playground mas completo que hemos visto hasta ahora.
Despues de tres dias en los que las chicas y yo recorrimos esta ciudad asombrosa ( Fer prometió volver ya que trabajó de sol a sol y pudo apreciar una parte muy pequeña de ella) , emprendimos el regreso a casa. De yapa, nos dimos el lujo de volver a ver el camino de Alsacia y Lorraine, dos regiones francesas bien pintorescas que está en plena cosecha de trigo y viñedos absolutamente verdes.
13 July 2011
48 horas de familia
Tuvimos el lujo de que Cora y Roque nos visitaran por dos dias, al comienzo y al final de su merecido viaje por Europa.
En dos dias nos pusimos al tanto de toodo lo acontecido en la familia, las chicas le sacaron el jugo a sus tíos y les mostramos un poquito de nuestro nuevo mundo.
Aquí un compilado de esta visita:
Un chapuzón en el Turlersee y en el Zugersee:
Mates en el balcón con el arco iris justo delante nuestro:
A recorrer granjas vecinas:
Feliz Cumple Cori!
Al mercado de Zug el sábado a la mañana:
Una caminata por la ciudad vieja de Zug:
Gracias por venir !
En dos dias nos pusimos al tanto de toodo lo acontecido en la familia, las chicas le sacaron el jugo a sus tíos y les mostramos un poquito de nuestro nuevo mundo.
Aquí un compilado de esta visita:
Un chapuzón en el Turlersee y en el Zugersee:
Mates en el balcón con el arco iris justo delante nuestro:
A recorrer granjas vecinas:
Feliz Cumple Cori!
Al mercado de Zug el sábado a la mañana:
Una caminata por la ciudad vieja de Zug:
Gracias por venir !
06 July 2011
Pilatus: toda una experiencia de montaña
Domingo de verano, partimos a conocer Pilatus, un macizo montañoso que está en el cantón de Luzern y que que se ve desde casa en días claros.
Se puede optar por ir hasta su cima (2000 mts), desde Alpnachstadt, pero elegimos hacer un programa mas divertido para las chicas aunque resignáramos la vista desde la cumbre.
Llegamos a Kriens en 25 minutos de auto. Desde aqui parte un cablecarril super nuevo y lindisimo que te lleva hasta el primer punto (1025 mts sobre el nivel del mar), llamado Krienseregg.
Este punto es muy bonito por que tiene una plaza de juegos increible para los niños y una vista de la montaña impresionante.
Pero el mismo cablecarril te lleva a un segundo destino (1400 mts s.n.m.) llamado Frakmuntegg. Aquí hay dos atracciones: un parque de tirolesas fantastico para mayores de 8 años ( tan bien hecho está que la mayor parte de la gente que se ve es adulta, preparada con todo lo necesario para pasarse las 3 horas permitidas trepando y descendiendo entre los arboles), y el tobogán más largo de Suiza: 1350 metros de acero serpeante. Ni Clara ni Fermín quisieron perdérselo.
Aparte hay unos juegos infantiles muy lindos, pero Malena se quedó dormida sin poder disfrutarlos.
Ascendimos directamente a este último punto. Y después de un almuerzo bien sabroso (Wurst grillados) comenzó una experiencia que definitivamente no olvidaremos:
Si bien teníamos el ticket para descender a Krienseregg en el cablecarril el día estaba realmente muy lindo, los carteles indicaban que el descenso hasta allí tomaba una hora de caminata y yo (particularmente yo) estaba con ganas de descubrir esos senderos de montaña tan pintorescos que se observaban desde el aire, por lo que decidí que bajaríamos caminando por el bosque. Por supuesto, a cambio de un helado para Clari y otro para Fermin!
Desde la partida el camino no era amigable para familias con niñas pequeñas, con cochecito, sin bastones ni calzado adecuado. Pero insistí por que esperaba que ésto mejorara... y por que hay un punto en que no hay retorno. Definitivamente, la vuelta en subida sería imposible!
Un poco sosteniendo el cochecito para que no cayera cuesta abajo con Malena dormida, otro poco levantandolo entre ambos y otro poco zigzagueando, llegamos a un cruce de caminos en el medio del bosque donde debimos optar si por izquierda o por derecha. Optamos por izquierda y comenzamos un sendero mas angosto que el carrito, cerrado y con raices sobresaliendo... el cochecito volcó, y yo también.
Con mi arrepentimiento a cuestas, Malena en brazos y Clari agarrada de mi codo volvimos atras y tomamos el camino de la derecha. Fermín nos seguía con el stroller plegado y en andas, mientras en voz bien alta me agradecía los nuevos paseos que estaba conociendo.
Claramente, el sendero de la derecha era el indicado ya que aquí, al menos, pasaban familias ( bien equipadas) y montañistas. Por eso, mas tranquilos, disfrutamos de este recorrido a orillas de un arroyo, bien señalizado y mantenido.
Finalmente, luego de 90 minutos estresantes arribamos a la plaza de juegos ansiada y todo quedó en un anécdota ( que aún siento en muslos y gemelos! ).
Y como de toda vivencia se aprende destaco las siguientes enseñanzas:
Se puede optar por ir hasta su cima (2000 mts), desde Alpnachstadt, pero elegimos hacer un programa mas divertido para las chicas aunque resignáramos la vista desde la cumbre.
Llegamos a Kriens en 25 minutos de auto. Desde aqui parte un cablecarril super nuevo y lindisimo que te lleva hasta el primer punto (1025 mts sobre el nivel del mar), llamado Krienseregg.
Este punto es muy bonito por que tiene una plaza de juegos increible para los niños y una vista de la montaña impresionante.
Pero el mismo cablecarril te lleva a un segundo destino (1400 mts s.n.m.) llamado Frakmuntegg. Aquí hay dos atracciones: un parque de tirolesas fantastico para mayores de 8 años ( tan bien hecho está que la mayor parte de la gente que se ve es adulta, preparada con todo lo necesario para pasarse las 3 horas permitidas trepando y descendiendo entre los arboles), y el tobogán más largo de Suiza: 1350 metros de acero serpeante. Ni Clara ni Fermín quisieron perdérselo.
Aparte hay unos juegos infantiles muy lindos, pero Malena se quedó dormida sin poder disfrutarlos.
Ascendimos directamente a este último punto. Y después de un almuerzo bien sabroso (Wurst grillados) comenzó una experiencia que definitivamente no olvidaremos:
Si bien teníamos el ticket para descender a Krienseregg en el cablecarril el día estaba realmente muy lindo, los carteles indicaban que el descenso hasta allí tomaba una hora de caminata y yo (particularmente yo) estaba con ganas de descubrir esos senderos de montaña tan pintorescos que se observaban desde el aire, por lo que decidí que bajaríamos caminando por el bosque. Por supuesto, a cambio de un helado para Clari y otro para Fermin!
Desde la partida el camino no era amigable para familias con niñas pequeñas, con cochecito, sin bastones ni calzado adecuado. Pero insistí por que esperaba que ésto mejorara... y por que hay un punto en que no hay retorno. Definitivamente, la vuelta en subida sería imposible!
Un poco sosteniendo el cochecito para que no cayera cuesta abajo con Malena dormida, otro poco levantandolo entre ambos y otro poco zigzagueando, llegamos a un cruce de caminos en el medio del bosque donde debimos optar si por izquierda o por derecha. Optamos por izquierda y comenzamos un sendero mas angosto que el carrito, cerrado y con raices sobresaliendo... el cochecito volcó, y yo también.
Con mi arrepentimiento a cuestas, Malena en brazos y Clari agarrada de mi codo volvimos atras y tomamos el camino de la derecha. Fermín nos seguía con el stroller plegado y en andas, mientras en voz bien alta me agradecía los nuevos paseos que estaba conociendo.
Claramente, el sendero de la derecha era el indicado ya que aquí, al menos, pasaban familias ( bien equipadas) y montañistas. Por eso, mas tranquilos, disfrutamos de este recorrido a orillas de un arroyo, bien señalizado y mantenido.
Finalmente, luego de 90 minutos estresantes arribamos a la plaza de juegos ansiada y todo quedó en un anécdota ( que aún siento en muslos y gemelos! ).
Y como de toda vivencia se aprende destaco las siguientes enseñanzas:
- Desde arriba todo se ve muy diferente.
- El bosque puede ser interminable.
- A algunos caminos mejor no recorrerlos.
- Sin ésta experiencia no hubiera sido lo mismo!
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