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11 December 2011

St. Gallen y Appenzell

Domingos previos a Navidad, las principales ciudades suizas abren sus comercios y mercados navideños haciendo mas pintorescas aún sus calles y plazas.
Y para St. Gallen fuimos. Queda a una hora y media desde Zug, por autopista. Dicen que es un camino super pintoresco, pero se los cuento en otra oportunidad: la niebla nos acompañó desde que salimos hasta que llegamos.
Frío y gris, pero bien abrigados, nos encontramos allí con Maxi y María, buenos amigos dispuestos a aprovechar el día.
La ciudad, que data del año 600, tiene un centro histórico que nos encantó. Impecable, con todas sus fachadas en perfecto estado, tiene callecitas relativamente anchas, con muchos comercios y lindas vidrieras. La catedral (una abadia) es increible! Su interior es de estilo barroco y muy lindo. Por fuera, esta rodeada de una gran plaza y un edificio administrativo imponente.






Decorado todo con clima navideño, se olía gluhvwine, raclette y pan de ajo en cada esquina. El mercado, muy pintoresco y bastante mas relajado que el de Konstanz, tenía una buena cantidad de stands a lo largo de sus callecitas, pero tambien otros bajo techo. Comida, condimentos, especias, productos naturales (Just, mamá!), artesanías, ropa de abrigo. Unica parada realizada: en el stand de golosinas. Una para cada hija.
Almorzamos riquísimo y calentito en un bonito restaurant. Recuperados, continuamos el paseo por un rato mas hasta que las escenas comenzaron a repetirse.



"Ahora a Appenzell!" y emprendimos viaje entre nubes y bosque a esta pequeña ciudad a pocos kilometros, en el cantón de al lado.
Imaginamos, otra vez, un camino precioso que deberemos repetir, sin niebla y mucho sol.
Y encontramos, al llegar, un pueblo divino, de cuentos. Magicamente decorado, su callecita principal cuenta con restaurants tradicionales, vidrieras muy bonitas y fachadas enteramente decoradas. Tomamos un rico café con torta y pudimos ver los restos del mercado navideño.
Decidido! Proximas visitas conocerán este lugar de ensueño.



Ya de noche, concluimos el paseo y emprendimos la marcha. Y mientras el GPS indicaba el camino "más rápido", yo buscaba las palabras para poder narrar nuestra vuelta a casa. Creo que debería ser: " por encima de la niebla, al lado de la luna y tocando la nieve". El camino mas oscuro, en subida y luego en bajada, entre granjas y miles de curvas. Arriba de las nubes, la luna asomaba redonda y completa. Pero no era suficiente para iluminar una ruta que serpenteaba entre tambos y casitas. Las chicas, entretenidas con DVDs, no notaron que el trayecto duró una hora hasta que, finalmente, alcanzamos la autopista. Fer, agotado, mereció un aplauso y una buena sopa al llegar a casa.
Ya todos en la cama, felices, damos por concluido un domingo de magia.

07 December 2011

6 de Diciembre, Sami Klaus

Conocimos a Sami Klaus el dia que se celebra el fallecimiento de St. Nicklas, en el año 343.
Cada 6 de Diciembre este buen hombre recorre cada rincon de Suiza vestido con su traje de obispo y su larga barba. Va acompañado por Schmutlzi, un moro vestido con una tunica y capucha oscura que lleva una bolsa enorme y una especie de escoba. Con un cencerro ( cow bell) va anunciando la llegada del viejo obispo.
Al entrar a cada casa, Sami Klaus se sienta frente a un libro dorado donde tiene anotado lo bueno ( y lo malo) que ha realizado cada niño durante el año. Luego de leerlo frente a cada chico, si este se lo merece, Schmutzli entregara una bolsita con mandarinas, chocolates y manies. La tradicion indica que si el niño se ha portado mal, el ayudante de Sami Klaus lo asustara con su escoba, lo metera en su bolsa y nunca mas se sabra de el, asique imaginense que al moro en cuestion se le tiene mucho respeto!
Por la mañana, Sami visito el colegio de Clari ( Quela, una de sus amiguitas, le saco el gorro y afirma haber descubierto a uno de los profesores detras del disfraz!), pero paso sin pena ni gloria. En cambio, por la tarde, esperamos su llegada en Pilutje, el jardin de infantes de Male. No se imaginan la cara de terror cuando tuvo que pasar al frente! Menos mal que Clari le secaba las lagrimas y tanto sufrimiento se vio recompensado por una bolsa con buenos chocolates y un par de mandarinas. Todo eso porque ha sido una niña muy sonriente que juega y canta todo el dia... Que lindo que haya llegado a oidos de Sami Klaus!
Cuando este hombre se fue, probamos Lebkuchen que habian hecho Male, amiguitos y maestras. Se trata de una tipica cookie navideña, de origen aleman, hecha con jenjibre y otras especias. Los mismos cocineros habian hecho schoggibrotli ( un pan de chocolate y pasas de uva). Tambien se podia probar una tipica tarta de cebollas y queso, todo esto acompañado de jugo caliente de naranjas y manzana.
Otra linda tradicion suiza!

06 December 2011

Con clima navideño

Llega noviembre y comienzan a iluminarse cada balcón, cada esquina, cada ciudad. La noche empieza cada vez mas temprano asique a partir de las cinco se puede hacer un lindo paseo con los chicos: a descubrir el barrio todo decorado con motivos navideños! La casita de siempre, el árbol de cada día, el techo aquel o la terraza aquella son diferentes en esta época del año. Guirnaldas, estrellas, ciervos, Santa Claus, paquetes de regalos ... todo alumbra apenas cae el sol.



Y tambien surgen los mercados ("Weihnachtsmarkt"), algunos mas famosos (como los alemanes y franceses) y otros mas sencillos y parecidos a ferias de sábado (como el de Zug).
Nos hubiera encantado conocer el de Strasbourg, famoso y antiquísimo ( ésta es su edición nro 446) , o el de Stuttgart, pero ambos estan localizados a casi tres horas de viaje, por lo que los dejamos para otra oportunidad.
Optamos por comenzar la ronda navideña yendo al de Konstanz, del lado alemán. Cierta fracción está montado en la orilla misma del lago Bodensee. La otra, en la Markstatte, la antigua plaza de la ciudad vieja.


Los puestos simulan pequeñas cabañas con techo de paja, adornados con distintas imágenes iluminadas. A lo largo del recorrido, pinitos decorados, puestos de comida, Gluhwine (el clasico vino caliente) y muuucha gente. Tanta que circular por algunas esquinas se complica, acceder a la ciudad en auto lleva el doble que cualquier otro dia y estacionar es cuestión de suerte. Aun así, es un programa muy pintoresco que vale la pena hacer.

Qué comprar? Encontramos caro todo lo referente a abrigo (guantes, bufandas, gorros), al igual que todo lo delicioso, como chocolates y postres. Sin embargo, los stands que ofrecen accesorios para la casa ofrecen muy lindas cosas a buenos precios.
Será cuestión de recorrer mas mercados bonitos, al menos con la excusa de comparar!