Translate

Translate

08 August 2012

Cumpleaños Feliz en Legoland


Terminó un fin de semana increible en el que festejamos los tres años de Male como a todo chico le gustaria: en un parque de diversiones hecho a su medida. Fuimos a Legoland, en Gunzburg, Alemania. Con 95 cms de altura, la cumpleañera pudo entrar a casi, casi, todos los juegos y hubo que contenerla para que no entre a aquellos pocos que exigian el metro de altura mínimo. 




El parque es lo suficientemente grande como para que cualquier niño lo recorra, aunque es recomendable tomarse algo más de un día si la idea es aprovecharlo en su totalidad. Es que aqui los chicos pueden manejar barcos, andar en avioncitos, aprender a conducir autos en una escuela de manejo pensada para ellos, pasear en tren, jugar a la guerra de agua en barcos piratas, divertirse en varias plazas o subir a montañas rusas.











Y si el calor obliga a refrescarse hay muchos juegos de agua, de donde salir fresquitos. Por eso, cuando se vaya en primavera o verano, es fundamental el traje de baño!


Para el que prefiera la sombra, es recomendable ver alguna película 4 D en Lego Studios, entrar al acuario o a Lego Fabrik, que recrea el lugar y la manera como se hacen los bloques y todos los juguetes de la marca.


En el parque se pueden ver animales y figuras de todo tipo hechas con miles y miles de bloques plásticos (marca Lego, por supuesto!), dificiles de reproducir en casa ya que cada uno de ellos lleva cientos de horas y miles de bloquecitos.


Una de las atracciones mas renombradas es Miniland que recrea en miniatura diversas ciudades de Alemania y el resto de Europa. Hasta el último detalle está hecho a la perfección y da ganas de quedarse horas y horas  mirando los barquitos que navegan por el puerto de Hamburgo, o la puerta de Brandenburgo en Berlin, o las góndolas de Venecia.





Plenas vacaciones de verano, todos los hoteles cercanos estaban reservados. El parque cuenta con muchos hoteles asociados en los pueblos de alrededor. Tomamos uno en Krumbach, a 25 kms de Legoland. El pueblo, típicamente alemán, en el medio del campo sembrado de maíz, era muy chiquito y pintoresco. Merecía una foto.





Toda la familia quedó agotada. Por lo tanto, me tocó hacer el camino de vuelta al volante. El paisaje más lindo a cada lado, con bosques, colinas y parches amarillos y verdes, perfectamente cuadrados, como hechos con reglas.
En medio de esta postal tan bonita, autopistas eternas y sin límites de velocidad donde es muy dificil no sentir adrenalina, especialmente cuando los Maseratti o Ferrari pasan por al lado a más de 150 kms/ hora!

El embotellamiento surgió al llegar a la frontera con Suiza: una hora para avanzar 10 kilómetros. Y al pasar del otro lado, seguimos disfrutando del paisaje a no más de 120 km/h. Cuatro horas mas tarde de salir estábamos en casa, felices con este festejo familiar.  

No comments:

Post a Comment