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30 October 2012

Caminata invernal

El calendario indica que aún seguimos en otoño en este lado del mundo. Sin embargo la primera nevada ya se hizo presente.
Convencidas de que Zug sigue siendo un paraíso, aún tapado de nieve, una pequeña parte de nuestro "grupito de caminadoras" se puso en movimiento el lunes bien temprano. Esta vez modificamos el recorridos usual y las tres amigas caminamos por la ladera del Zugerberg desde donde se puede ver la ciudad, el lago, el puerto, mientras se camina entre granjas, barrios en constante crecimiento y bosques


 
Cómo no estar enamorada de este lugar?




Maratón de Lucerna

En la 6ta edición de esta maratón, se podía correr la competencia de 8 kilómetros, la de 21 kms y la de 42 kms. Nosotras enviamos a nuestro mejor representante y se lució: Fer corrió la media maratón con el número 5102 en el pecho. Y mejorando su récord personal terminó la carrera 1:55 hora mas tarde.

De esta manera se lo veía a las 8 de la mañana, aún fresquito: no por que la maratón comenzaba más tarde sino por que llevábamos 24 horas consecutivas de intensa nevada y el termómetro marcaba en Luzern -2 C.


Y así lo retrató el fotógrafo oficial a metros de la meta, situada en el corazón del Museo del Transporte (Verkershaus)


Lo recibimos en casa pasado el mediodía con el baño listo, el almuerzo caliente servido y un "Dale Campeón!" salido del corazón.



27 October 2012

Llegó el invierno

Con 2 grados centígrados, llevamos ya 8 horas de nieve en Zug. En nuestra vuelta a casa, desde Wadenswil, nos sorprendió ver la copa de algún árbol pintada de blanco y cierta alfombra de nieve en el piso.

Un poco remolonas, recien ayer, decoramos en pijamas la ventana para despedir el otoño:



y hoy, caminamos un ratito por el barrio para recibir la primera nevada de esta temporada:


Bienvenido Invierno!


25 October 2012

Our London Tour



Ya nos habían dicho que Londres era una ciudad mágica, pero la realidad superó nuestra imaginación.
Si acarreaba temores al viajar ( Male enferma, sistema de transporte que no me quedaba claro, clima…) éstos desaparecieron ni bien bajamos del tren First Capital Connect que unió Gatwick Airport con el centro de Londres ese miércoles al mediodía.  Nos recibió una tarde soleada y ventosa,  pero con un abrigo ligero para cada uno e Ibuprofeno para Male, nos preparamos para nuestra primera caminata, por Southbank. Bordeando el Thames fuimos dándonos una idea de esta ciudad tan famosa.

Cruzando  el puente de Waterloo nos adentramos en Covent Garden. Aquí ya empezábamos  a ver figuras clásicas londinenses: los taxis negros, los pubs, los buses tradicionales, las casas de ladrillo rojo. Y teatros, teatros por todos lados, con musicales para todos los gustos en cartelera.

China Town, pintoresca como en cada ciudad. Y descubriendo, un paso tras otro, sin darnos cuenta llegamos a Picadilly Circus. Ya oscurecía, las luces y carteles iluminados por todos lados encandilaban ( creo que las chicas nunca habían visto semejante cantidad de voltios juntos!) , parecía que todo Reino Unido estaba en esa esquina. Ahí estaba Rain Forest Café, pero quien no estaba fuera estaba allí adentro, y  no estábamos dispuestos a esperar. Seguimos nuestro paseo. Primero una esquina, luego otra, aquí doblamos, aquí seguimos. Desembocamos en Regent Street. Que linda es! Y ya teníamos delante a Fortnum and Mason. Que tienda elegante!



El día había comenzado muy temprano. Ya era hora de darles descanso a las chicas. A dormir, mañana sería otro día bien entretenido.
Y así fue. La mañana comenzó fresca y algo lluviosa, pero eso no impidió que llegáramos caminando hasta Buckingham Palace antes de las 11 horas. “Vayan con tiempo, se junta muchísima gente” había sido la recomendación. Obedientes, media hora antes del evento ya estábamos buscando ubicación para el cambio de guardia, evento que a esta altura del año ocurre en días pares. La gente se trepa a las rejas del palacio, cubre toda la acera y llega hasta St. James’ Park. Y vale la pena. Desde chica quería ver esto! Primero las carrozas, luego los soldados de rojo y los de negro. Y para terminar, aquellos con el famoso sombrero de piel de oso, a pura trompeta. Avanzan desde el parque anunciándose.



Finalizada la ceremonia, el paseo al costado del parque es divino. Todo el otoño se presenta allí. 

Enfrente, el Museo de los Guardias. Entramos al shop. Clari quiso comprar con sus ahorros (que no paran de crecer al mismo ritmo que sus dientes desaparecen) una postal para cada una de sus abuelas.

El paseo a Westminster desde allí no es largo. Charla va, charla viene, nos encontramos en la puerta de esta Abadía. Cuanta historia ahí adentro! Increible pasar por la tumba de Darwin o por la de Churchill, por el recordatorio a Shakespeare, pararse frente al trono de coronación que usó cada rey inglés desde 1300, o frente al altar en el que se oficiaron coronaciones, casamientos y velorios. Clari hizo todo el recorrido guíado completando cierto cuestionario. Al finalizar, medalla de chocolate de premio!

Allí nomas, el Parlamento y el Big Ben. Edificios imponentes y realmente muy lindos. 


Caminando por la avenida Whitehall se cruza uno con Downing Street, una calle breve y cerrada con rejas donde vive el Primer Ministro. Unas cuadras más adelante, Trafalgar Square. Inmensa. Llama la atención la Nelson’s Column con los leones al pié, la enorme fuente al centro, la National Gallery detrás y la iglesia St Martin’s in the Field a uno de los costados.







Unas cuadras más y estaremos nuevamente en Regent Street. Una avenida comercial con los negocios más lindos y reconocidos. Llegando a la calle Malborough se encuentra uno con un clásico londinense: Liberty. Cómo no entrar! De qué año será ese edificio? Por dentro guarda la construcción de madera, los balcones interiores asoman a un patio cerrado. Las chicas se fascinaron con el piso navideño y las golosinas.

Habíamos prometido pasar un rato en “la juguetería” Hamleys. Son 6 pisos cubiertos de juguetes, vendedores que prometen entretenimiento eterno, libros, muñecos y todo lo que se les ocurra. Fueron 90 minutos inolvidables y tan entretenidos que no hubo necesidad de abrir la billetera. El lugar por sí mismo fue suficiente.
Carnaby Street y el Soho nos atraparon luego. Moda de vanguardia, vidrieras divertidas, mucha luz y música. 

Aún faltaba un rato hasta la cena y aprovechamos el tiempo para conocer Oxford Street. Si bien multitudinaria como nos habían advertido, es muy interesante y tiene varios negocios que no vimos en otras partes de la ciudad. Buscando la línea de metro más conveniente, llegamos hasta Bond Street . Después de pasta italiana, dimos por terminado nuestra segunda jornada en la capital inglesa.
El viernes empezó en Borough Market, un mercado bien auténtico en London Bridge. 

Después de una caminata bordeando el río por su margen norte llegamos a la Torre de Londres… que de torre no tiene nada! Es una fortaleza donde pasaron grandes personajes de la historia inglesa, crueldades y anécdotas por siglos. Aún sin guía, el recorrido es muy interesante ya que está bastante bien explicado por escrito. Recorrerla toma unas tres horas y con ello se incluye la exposición de las Joyas de la Corona.




Con el metro llegamos al Museo de Historia Natural (Natural History Museum).  Este iba a ser el escenario para el reencuentro de Male con Tony, su amiguito del alma, recién mudado a Londres. Un dinosaurio gigante nos recibió ni bien entrar con lo que nos dejó con la boca abierta a todos, menos a Male, que seguía clamando por su amigo. Acertada fue la elección de separarnos: Fer y Clari por su lado aprovecharon la hora y media para recorrer casi todo el museo. Male y yo, en cambio, dedicamos ese tiempo a Tony y su mamá (Tere). Tal era la exhaltación de los pequeños que daba lo mismo si se topaban con un dinosaurio o con un cohete.

En South Kensington encontramos muchos restaurants para compartir una cena temprana, pero terminamos en Brindisi, una casa de tapas españolas muy buenas. Y cuando de allí nos echaron, bajo la lluvia, subimos al metro, nos despedimos de nuestros amigos con un “hasta pronto” y dimos por terminado este día.
El sábado londinense comenzó en Notting Hill. Que barrio tan pintoresco! No queríamos perdernos Portobello Market. Explotaba! Son varias cuadras a lo largo de la calle que le da nombre donde se pueden encontrar antigüedades de todo tipo, comidas de distinto origen, verduras, ropa. 


Cuando ya no encontrábamos lugar para circular con el cochecito de Male, desviamos y llegamos hasta Kensington. Me encantó! Ni hablar de los parques reales que rodean al Palacio o el parque de juegos Princesa Diana que volvió locas a las chicas.


Almorzamos en un clásico pub londinense ( con menores de edad solo se puede acceder hasta las 17 horas) y luego caminamos hasta Marble Arch, donde comienza Oxford Street. Será que en sábados lluviosos se reúnen todos allí? Huimos a Harrods. No nos podíamos ir sin visitar esta tienda! El food store fue lo que más me gustó a mí, en cambio las chicas se volvieron locas en el sector Disney. El edificio es increíble!
Y llegó el domingo, el último día aquí. Y nos fuimos al British Museum. Que privilegio poder mostrarle a Clari semejante museo y los tesoros milenarios que se exponen allí! Quedó impresionada por las momias, sarcófagos, restos arqueológicos de siglos y siglos atrás, las esfinges egipcias, las esculturas del Partenón. Mapa en mano, Fer nos hizo una gira de hora y media que encandiló a las tres.



El barrio que lo rodea es lindísimo. Se lo conoce como Tottenham por la estación del metro más cercana. Al almuerzo lo hicimos en “Pizza Express”,  que se llevó un lugar de privilegio en el ranking londinense hecho por Clari.

Sin quererlo descubrimos el Soho Square Garden, los bares que rodean esta plaza y todo el movimiento en un domingo de lluvia. 


Así nos despedimos de esta ciudad que costó dejar y que esperamos volver a visitar pronto para descubrir por dentro rincones, museos, teatros, edificios…


16 October 2012

Primeras Nieves

Apenas nos habíamos acostumbrado al otoño, cuando en la mañana de ayer Rigi, Pilatus y picos altos del centro suizo amanecieron cubiertos de nieve.

Vista desde el balcón de casa

14 October 2012

Glasi Hergiswil

Clari trabajando en Glasi Hergiswil


Si tuviera que definir esta actividad de medio día diría que es "simpática" por que :

Queda a poco más de media hora de Zug (salvo que se encuentren con un atasco, como nos ocurrió a nosotros)
Es gratuita ( a excepción del laberinto y un par de extras que omitimos)
Es entretenido para padres e hijos
Está ubicada en un enclave muy bonito

Dicho esto, paso a contarles sobre nuestra actividad del día de ayer, sábado sin lluvia luego de muchos fines de semana con tiempo impredecible. Mañana soleada pero fresca, ante el abanico de alternativas elegimos  visitar Glasi Hergiswil, una fábrica de vidrio bastante renombrada en la región.
A los pies del monte Pilatus, que luce a todo color otoñal, se encuentran los varios edificios de la planta. En uno opera la fábrica, cuyo funcionamiento se puede observar desde un balcón ( e incluso se puede fabricar su propia bola de vidrio por solo CHF 15), el museo y el archivo ( recopilación de obras hechas desde los inicios de la planta en 1817). Enfrente funciona la exposición ( interactiva, super interesante), el local que vende productos exclusivos y el laberinto de cristal (muy divertido!). Cruzando la calle hay otro shop, mas grande y menos exclusivo que el anterior (no por eso es barato!).
Frente al lago de Luzern, justo frente al muelle al que se puede arribar en barco, hay un café que ofrece sandwiches y algunas delicias dulces. Almorzamos en la terraza, mirando el agua, los botes y las montañas. Pensando en los visitantes mas chiquititos, se instalaron fuentes con chorros de agua que se activan al apretar los distintos botones, nada mas divertido para los pequeños!
Y completamos el paseo con una hora en un parque de juegos donde hay un tobogán de 7 metros de alto. Allí arriba, al inicio del mismo, hay una boca por donde los chicos pueden lanzar canicas de 22 mm de diámetro que van cayendo por pistas de cristal hasta tocar suelo. Es super interesante el mecanismo. Malena se divirtió mucho "jugando una carrera con la canica" ( quien llegaba primero al piso?). El arenero, hecho con arena similar a la utilizada para la fabricación del vidrio, tiene juguetes y entretiene por un rato largo. Todo esto controlado por la atenta mirada de Leandra, una gigante dragona que parece recien salida del lago.



Ingreso a la Exposición

Experimentando


Male haciendo sonidos con distintos cuencos de vidrio

La fábrica en pleno funcionamiento

Haciendo imágenes navideñas

Un alto en el almuerzo, jugando con las fuentes de agua


Imágenes del playground

www.glasi.ch