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26 November 2013

Zurich navideña

Llega el mes de Adviento, como se conoce a esta época por aquí, y todas las ciudades se visten de fiesta. Europa encanta en Noviembre y Diciembre, por que sobran mercados por recorrer, cada pueblo tiene su evento, y cada rincón se llena de brillo.
Este fin de semana fuimos a ver las luces de Zurich. Miles de bombitas de colores salpican el casco antiguo de la ciudad, como cada fin de año.


El sábado abrió el mercado navideño cubierto más grande de Europa, en el hall de la estación de trenes. La estrella clásica de esta feria que reune algo así como 150 stands, es el árbol decorado con 7000 cristales de Swaroski.

En Werdmühleplatz, varios coros de niños le dan vida y voz al "Christmas Singing Tree". Aunque llueva no faltan a la cita a la que asiste muchísima gente cada día, hasta el 23 de diciembre. 


Bahnofstrasse y las calles de alrededores están completamente decoradas e iluminadas. También comercios, bancos, hoteles y edificios de oficinas. 


El domingo 30 pudimos asistir al desfile de Sammy Klaus, "el primo o el hermano de Santa Claus", según Clari. El buen hombre abrió la procesión de carrozas manejando su tram rojo, auspiciado por Jelmoli ( una de las dos tiendas por departamentos clásicas de la ciudad). Lo escoltaban tres policías por delante y unos cuantos agentes de transito por detrás. Lo seguían sus asistentes moros, angelitos y otros personajes, quienes repartían tortitas navideñas al público. 









A pesar de la lluvia y el frío, obvio en esta época, el clima en Zurich era mágico!



19 November 2013

Venecia

Llegamos a Venecia. Y trajimos a las chicas. Uno de mis viajes soñados se cumplió! Y lo cierto es que superó las expectativas.

Un fin de semana más parecido a los de comienzos de primavera que a los de mediados de Noviembre. Los venecianos sacaron toda la ropa al sol y nosotros almorzamos en la calle, sin abrigo!


Turistas, muchos ( cuándo no está Venecia abarrotada de turistas?!), pero aún así pudimos recorrer la ciudad por completo.

En plena bienal, arte por todos lados.
















Nuestras hijas iban ya mentalizadas de que el paseo en góndola no se iba a dar, pero sí dimos una vueltita de quince minutos en vaporetto (desde Piazzale Roma, donde dejamos estacionado el auto, previa reserva) hasta el hotel en Ponte Rialto.


En este puente, el mercado abre cada día. El que no compra, se detiene a sacar fotos para un lado o para otro por lo que siempre hay multitudes. 



El Gran Canal desde el Rialto

Así se ve el Ponte Rialto

Y a partir de este momento en que dejamos el equipaje en el hotel, vivimos Venecia a tope. Para ello, no es necesario, sino fundamental, un buen mapa, con cada callecita detallada, por que ni el sentido de la orientación mas desarrollado es suficiente para desandar estas calles angostísimas y enroscadas.



Hay que agudizar los sentidos por que Venecia se mira, se huele, se escucha... Una pasticceria o una osteria al lado de la otra; capillas, iglesias, imágenes católicas en cada rinconcito;  máscaras, aunque aún falte tiempo para el carnaval; la música de los gondoleros ...




Cada esquina tiene un adorno, y cada farol es una pieza de arte ( al que Male trepó cual mono a la palmera).


Y así, caminando sin rumbo, se llega a Piazza San Marco. Por suerte, la vimos sin agua. Llegamos al atardecer, cuando las ultimas horas del día teñían todo de rosa. Y también la vimos de noche, apenas iluminada, pero siempre llena de palomas.



A la Basílica San Marco la están poniendo en condiciones. No entramos. Nos dirigimos, en vez, hacia el Palazzo Ducale, al lado. Un palacio que data del 1400, de estilo gótico y revestido en mármol. En esta oportunidad no lo visitamos por dentro, donde se pueden recorrer los departamentos de los duques y las celdas.



Un paseo por la Riva degli Schiavoni a esta hora es único: el Canale della Giudecca y la Isla San Giorgio Maggiore se lucen a pleno.



Adentrándose un poco en el barrio Questura, se encuentra silencio y muy poca gente. A las cinco de la tarde es casi noche y el frío se siente aún más en estas callecitas húmedas.


No hizo falta hacer el viaje a Murano para ver a los artistas del vidrio en acción. Gran cantidas de vidrieras mostraban obras de arte hechas en esta isla del Veneto, y algún artesano trabajaba in situ.


El Teatro La Fenice es uno de los teatros más reconocidos de Europa y el lugar donde se llevan a escena importantes piezas de ópera. Lo buscamos y lo encontramos. Lo llamativo, es que para entrar por la puerta de adelante, se necesita un barco.


El Ponte de l' Academia cruza el Gran Canal y la vista que ofrece es muy linda. En uno de sus extremos la Academia de Arte. Y a metros, el museo Peggy Guggenheim.



Cuadras mas adelante se alcanza la Fondamenta Zattere que es una peatonal que bordea el Canale della Giudecca. Desde aquí la vista es más amplia y se ven barcos mas grandes.


En el corazón del barrio Sestriere San Polo, se recomienda visitar la Chiesa San Rocco, que guarda y venera el cuerpo de San Roque. Al lado, la Scuola Grande di San Rocco ofrece una guía por las obras de Tintoretto. En lugar de entrar a este museo, caminamos unos pocos metros hasta Campo dei Frari donde se encuentra la Basílica dei Frari.
Chiesa y Scuola Grande di San Rocco

Basílica dei Frari



























Ya saliendo de los circuitos turísticos, y de paso hacia el final de nuestro viaje, recorrimos el barrio Dorsoduro. Mas tranquilo, y auténtico, pero muy pintoresco. Fue allí donde las chicas se dieron el gusto de comer su gelato de despedida. Había habido tiempo de desgustar mucha pizza, algo de pasta y ensalada caprece, pero restaba el postre. No encontramos aquí la Gelateria Nico, famosa en otro barrio, pero a pesar de eso no se escuchó ninguna queja!

Dorsoduro

Arrivederci Venezia! 



18 November 2013

Verona

La niebla cubría todo Suiza, y nosotros nos escapamos a Italia. La primera parada fue en Verona, a cinco horas de auto de Zug.
Rodeado por murallas, el casco antiguo de origen romano es divino. Vale la pena hacerse una escapada de fin de semana y recorrerlo.
Dentro de las construcciones que datan del siglo I DC, el que más llama la atención es el coliseo, donde aún se ofrecen veladas de ópera multitudinarias. Está justo frente a Piazza Bra, custodiado por unos cuantos soldados del imperio vestidos con capa roja y casco de metal.









La Piazza delle Erbe es donde se realiza el mercado semanal y sigue siendo, luego de tantos siglos, el centro de la ciudad.

Cerquita de ahí se ve la Torre dei Lamberti, del año 1463. Si hubiéramos subido sus 238 escalones, hubieramos podido apreciar toda la ciudad ya que es la más alta de Verona. Pero no lo hicimos. En cambio, seguimos recorriendo al ras del suelo.
Pasamos por la puerta del Castello Scaligeri, que fue la residencia de la familia más emblemática del lugar en tiempos antiguos.


No podíamos omitir el balcón más famoso de la literatura, el de Julieta. La Casa di Giulietta está ubicada en la Vía Capello. Hay que entrar por una pequeña galería cuyas paredes están cubiertas con mensajes, firmas y corazones. El patio del fondo, donde precisamente está ubicada la entrada de la casa y el mismísimo balcón, está adornado en cierta parte por candados multicolores y en otra parte por chicles modelados con forma de corazón y figuras diversas. Una escultura de Julieta, hecha en bronce, observa todo desde la esquina. Sabían Ustedes que este famoso balcón en realidad no existió hasta el año 1936?



















No visitamos la casa de Romeo, a la que situaron unas cuadras más allá. No olvidemos que ninguno de estos dos personajes existió alguna vez!
Dejando todo el romanticismo de lado, continuamos recorriendo hasta llegar a la catedral, del año 1187.


Dedicamos a Verona solo un cuarto del fin de semana. Por eso nos quedamos sin ver el Castelvecchio, del siglo XIV, el Teatro Romano y la Basílica de San Zeno, a los costados de la ciudad vieja. También podríamos haber visitado la Iglesia de los Capuccinos, donde estaría la tumba de Julieta... Sin embargo, no nos quedamos con las ganas de callejear. Las peatonales, como Via Mazzini o Corso Porta Borsari, tienen vidrieras de todas las grandes marcas y el clima en la calle da ganas de camina y caminar y caminar. Verona merece un fin de semana completo!


Pero Male esperaba las "calles de agua, Mamá" asique pasado el mediodía partimos a Venecia, a poco más de una hora de aquí.



13 November 2013

Lo que veo cuando corro- Zug Oberwil Zug

Zugersee ( Lago de Zug) desde el casco antiguo

Llegando a Oberwil 

Altstadt Zug ( Casco viejo de Zug) 

10 November 2013

El Räbechilbi en Richterswil (ZH)

Cada año, en el segundo sábado de Noviembre, la localidad de Richterswil se ilumina con aproximadamente cinco mil nabos vaciados y convertidos en candelabros. Todo el casco viejo de la pequeña ciudad es adornado rincón por rincón, y al oscurecer comienzan a encenderse las velitas dentro de los nabos. A las 6 y media de la tarde, entrada ya la noche, el iluminado público se apaga, dos bombas de estruendo se escuchan y comienza el desfile de unas decenas de mujeres vestidas de negro. Detrás, cerca de un millar de participantes: niños que portan canastas llenas de nabos tallados y encendidos, y adultos que arrastran carrozas con diferentes diseños, todas alumbradas con las mismas hortalizas vaciadas y convertidas en linternas. Entre carroza y carroza, diferentes bandas tocan sus melodías iluminados con lamparitas en los brazos, la frente o prendidas en el pecho.
Vale la pena llegar un par de horas antes y así apreciar el trabajo de todo el pueblo para hacer de este evento un éxito que atrae a turistas de todas partes, ya que se escuchaban lenguas diversas, y que se ha convertido en toda una tradición por este lado del país, desde el año 1920.
A pesar del frío, lo disfrutamos muchísimo, tanto nosotros como los Recoder.

 
Las bandas tocan en las esquinas, y mas tarde en el desfile

Todo el pueblo trabaja adornando hasta el último rincón










Carroza iluminada de lejos
La misma carroza. Cerca se ven con detalle los nabos iluminados