Hoy fue un día divino que comence con toda la flia. y el desayuno en la cama un rato mas tarde que lo usual ( 8.45 hs) por ser el Dia de la Madre, aqui en Suiza.
Y a mi criterio, no hay forma mejor de festejarlo que en la montaña, para aprovechar la primavera, las flores silvestres por todas partes y la temperatura ideal. Por eso, Fer preparó un picnic y partimos a las 11 de la mañana al Zugerberg, la montaña que domina la ciudad de Zug y sobre la que trepa una buena parte de ella. Si bien la mañana amaneció nublada, al mediodia el sol apareció y se hizo una tarde divina de 24 grados.
Al llegar al Zugerberg ( por un camino angosto, por el bosque y serpeante) dejamos el auto estacionado y caminamos unos 20 min. con la mochila en la espalda y Malena en brazos.
Llegamos a la primera parada del recorrido: el Feuerstelle y Spielplatz (que es el espacio al borde del bosque donde se puede hacer picnic y fogatas, hay baños y juegos para los chicos).
Pareciera que todas las familias del cantón estaban allí, pero aún así sigue siendo super pintoresco. Y mas aún para nosotros ya que nos dedicamos a observar qué traen, comen y hacen los entendidos en este tipo de programas.
En primer lugar, no es necesario llevar leña ya que solo está permitido prender fuego con aquella que está apilada en los lugares correspondientes por parte de algún duende que allí la deja. Aquí la foto de un típico depósito de leña:
El fuego se puede prender en el suelo o en círculos ya hechos con piedra.
Muchos se llevan su parrillita portatil para poner sobre las brasas, ya que las que están en el lugar son muy pocas. Algunos otros usan pequeños grills a gas, de esos que se usan en los campings. Pero estan aquellos que no esperan a las brasas, sino que buscan en el bosque algun palo largo y puntiagudo en el que clavan el wurst o cervela (embutido de carne vacuna+ panceta+ cerdo) y los ponen sobre la llama a cocinar. Estos, acompañados con el pan clásico de aquí ( brot).
Nos entusiasmamos tanto que haremos lo mismo el proximo domingo, si el tiempo acompaña!
Pero tambien las chicas se diviertieron muchisimo por que los juegos que habia eran muy buenos. Male camino al menos 15 veces por el mismo puente de madera; Clari anduvo en la tirolesa otras tantas (tendria unos 20 metros de largo y era bastante alta); se hamacaron en una rueda de tractor; usaron subibajas; treparon piedras y pasaron por debajo de un tunel; ademas de correr por el campo de flores amarillas y blancas.
Tan agotadas quedaron que ambas durmieron luego una siesta de casi tres horas.
Lamentablemente no quedan fotos ya que olvidamos llevar la máquina, quedará pendiente hasta que volvamos para el asado! Y dado que vemos el Zugerberg desde la ventana de casa no será posible olvidar esta promesa.
Feliz Dia para todas!
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