Motivados por que varios amigos del colegio de Clari empezaron con sus clases allí ella tambien comenzó.
La primera clase fue un éxito y parece que va a continuar siéndolo.
Clari tiene tres companieros (la profesora no toma mas de cuatro alumnos por clase), todos en la misma etapa que ella, entre los que se cuenta a Thibaud (amiguito belga del colegio, pura chispa y alegria) y a nuestro nuevo vecinito islandés ( por cierto, con un futuro en las canchas muy prometedor según pareció en su primera clase).
Tambien es un programa familiar ya que cada jugador lleva su hinchada, compuesta por padres, madres y hermanos pequenios.
Hablando de hermanos pequeños, a Male debemos sujetarla bien fuerte por que ya ha intentado ingresar en los courts con tutú y todo.
Aunque el Club convoca multitudes porque en su bar funciona un restaurant Thai que parece ser un suceso de dia y de noche. Nosotros aun no lo hemos probado.
Aquí fotos de la jugadora, su fiel seguidora y su papá orgulloso:
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