Hay libros en espaniol ( no demasiados pero los suficientes como para mantenerse entretenida unos cuantos meses), mucho en ingles y por supuesto pisos en alemán, tanto para niños como para adultos.
La primera incursión fue con las dos, pero no resultó recomendable por que en tan solo una hora debí ordenar varias veces varias decenas de libros, contar a medias unos 10 libros, traducir otros tantos desde idiomas diversos, rescatar a Male que caía rodando desde las gradas (hechas para sentarse, pero ella las utilizó con otros objetivos), cambiar pañales y pedir silencio al menos unas veinte veces. Por eso opté por continuar mi visita en solitario y actuar de Delivery, llevando y trayendo libros infantiles a casa.
Las chicas fascinadas, y yo tambien por que voy camino a recuperar un hábito olvidado hace mucho tiempo atrás (aclaro que aún no he tocado los libros alquilados, pero al menos los miro! ).
Aun no entiendo cómo hacen las maestras del Jardín de Male para llevarlos una vez por semana!
Esta foto ilustra una tarde de lluvia después de mi visita a la Biblioteca del Cantón.
Entre libros y quesos suizos estos ratones estan en el paraiso!
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